Nos encontramos en el escenario posatómico de la ciudad de Los Angeles del año 2108. Un grupo de científicos procedentes de Nueva Zelanda desembarca en la playa del sur de California, donde se encuentran una degradada sociedad, deshumanizada y violenta hasta extremos insospechados: el ser humano reducido a una condición sumamente miserable, más próximo a la bestia que al hombre. Esta sociedad futura sigue un oscuro culto religioso de carácter demoníaco, donde, entre muchas barbaridades, sacrifican, en una misa ritual, todos aquello bebés nacidos con mutilaciones provocadas por la radiactividad. A este ritual le sigue, también anualmente, un período de dos semanas de cópula generalizada e indiscriminada entre todos los habitantes, siendo esta la única época del año permitida por el Estado para la cópula entre hombres y mujeres. Quienes no aceptan las normas o las infligen son enterrados vivos, únicamente tienen la posibilidad de huir a la "utópica" ciudad de Bakersville.

A Huxley, desgraciadamente, se le suele relacionar únicamente con dos obras: su profecía distópica, Un mundo feliz, o Las puertas de la percepción, el psicodélico clásico de culto. A mi entender, no deberíamos quedarnos únicamente con estos dos títulos. Ape and Essence es una distopía que, con formato de guión de cine, expone magistralmente la percepción de Huxley de la dualidad de la condición humana: nuestro componente simiesco y nuestro componente humano. Podremos discrepar o aceptar su visión de esa parte animal y primitiva aún presente en la naturaleza humana, pero seguramente sí que coincidiremos en su valoración final sobre la destructiva e inhumana naturaleza de lo que, a día día de hoy, seguimos entendiendo como "progreso" y "nacionalismo".