martes, 29 de septiembre de 2015

CIEGO EN GAZA: «VIDEO MELIORA, PROVOQUE, DETERIORA SEQUOR»

     Eyeless in Gaza fue publicada en 1936 por primera vez. Hay una frase en latín en las primeras páginas de la novela que dice: «Video meliora, provoque, deteriora sequor», lo que en una traducción libre al español sería 'Veo cosas mejores, y las apruebo, pero sigo las peores'. El proverbio latino es la metáfora central que enhebra todos los acontecimientos de la novela. Muchos de los personajes saben cómo deberían actuar y comportarse en la vida, pero aun así, se comportan de la manera más ímproba y reprobable. Sus actos responden únicamente a sus caprichos más infames como consecuencia de la inmadurez de unos y de la necedad de otros. Pero más allá de las repudiables y estúpidas decisiones que toman -que afectan a sus vidas y a las de quienes les rodean— está el hecho de que la mayoría de estos son intelectuales totalmente divorciados de la realidad. Aunque son capaces de analizar microscópicamente el alma y las emociones más íntimas de sus semejantes, no muestran el más mínimo interés por prestarles su ayuda y consejo si es necesario, prefieren saber sin pasar a la acción. 
   
Portada de la primera edición en español, 1948
 El mejor ejemplo de esta actitud crítica pero paciente y distante a la vez es la del protagonista, Anthony Beavis, alter ego del propio Huxley. Su capacidad de oratoria e intelecto no tiene rival entre los otros intelectuales de la novela, sin embargo, parece incapaz o insensible ante las emociones de los demás. A menudo sabe qué es lo que hay que hacer y dónde hacerlo, pero se resiste a ello porque es más fácil quedarse de brazos cruzados. Su único amigo, Brian Foxe, también es capaz de reconocer la compleja naturaleza del abismo existente entre el conocimiento y la acción. Él, como Beavis (Huxley), también cree en una versión pura e ideal del amor que, en cambio, podrá ser estigmatizada o manchada por cualquier manifestación o expresión física de ese mismo amor. Será su incapacidad de expresar ese amor puro lo que vetará finalmente la felicidad en su única relación amorosa. 
     En la novela hay un claro lazo directo entre los acontecimientos de la misma y la Gran Guerra. De hecho, uno de los episodios más destacados, que lleva al suicidio del mejor amigo de Beavis, sucede en julio de 1914, justo en el periodo de tiempo entre el asesinato del archiduque Fernando y la declaración de guerra del Imperio Austro-húngaro a Serbia. Esta guerra, como es sabido, supuso la auto aniquilación del anterior y hasta entonces vigente «Orden Mundial», cuando las más grandes potencias coloniales, en especial el Imperio Británico, empezaron a derrumbarse. 
     La moraleja está en el título de la novela, que nos lleva a otro derrumbe o desmoronamiento de proporciones bíblicas y mitológicas, la historia de Sansón y Dalila. Huxley toma el título de este pasaje bíblico. Sansón, tras ser traicionado por Dalila al revelarle a esta el secreto de que su fuerza residía en su cabello, fue inmediatamente arrestado y apresado por los filisteos, que lo llevaron como esclavo a la ciudad de Gaza. Tras dejarlo ciego para acabar de dejarlo totalmente indefenso y permanecer encerrado un tiempo, fue llevado ante una multitud en un día festivo. Su pelo ya había crecido lo suficiente como para que incluso ciego pudiese derribar los muros del templo, que cayeron sobre los  filisteos, matándolos a todos y a él mismo a la vez. Aunque el trasunto y el personaje tiene una dimensión bíblica, la frase «Eyeless in Gaza» no es bíblica, porque Huxley recurre a la cita de la obra Samson Agonistes (1671) de John Milton, el autor de Paradise Lost: «Cautivo, Sansón, y ciego, se halla en la prisión de Gaza». Estamos ante la historia de otro Sansón —o al menos así se cree el personaje— trasladado a la «belle époque» surgida de la Primera Guerra Mundial, a punto de sucumbir bajo la infernal hoguera de sus delirantes vanidades.

Webliografía ilustrativa:

     



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